martes, 12 de marzo de 2013
POKÉMON LOST SILVER
Era la época en la que Pokémon
Corazón de Oro y Alma de Plata iban a ser los mas vendidos de Game
Boy. Como estudiante de universidad con poco presupuesto que era, al
salir el juego no pude comprármelo. Así que esperé a fin de curso.
Entonces lo pedí por Amazon. Como tardaría una semana en venir,
decidí rejugar mi cartucho de Pokémon Cristal.
Pero no lo
encontré. Luego recordé que mi madre lo tiró. Sólo tenía mi Game
Boy, así que fui a buscar un Pokémon Cristal en el Gamestop del
Centro Comercial. No tenían. Sólo una copia de Pokémon Plata. Pues
lo compré por 5 € de nada.
Llegué a mi apartamento y me
puse a jugar. Aquí empiezan las cosas raras.
Primero, el logo
de Game Freak, que salía, pero se congelaba allí, sin avanzar.
Intenté varias veces reiniciar el juego, pero no salía de la
pantalla de Game Freak. Hasta que en un intento, la pantalla se puso
en negro un momento, 5 segundos más o menos. Y aparecí directamente
en la partida continuada que había guardada. Sin pantalla de inicio.
Continué, ya que igualmente iba a ver hasta dónde llegó su antiguo
usuario.
Y vaya que si llegó. Su entrenador se llamaba "...",
tenía las 16 medallas, 999999 dólares, 999 horas de juego y los 251
Pokémon registrados en la Pokédex, incluidos Mew y Celebi. O había
usado trucos o ese pavo era el puto amo.
Me dirigí a mirar
los Pokémon, porque debía tener un equipazo de cagarse, pero ¿qué
me encuentro? 5 Unowns de nivel 5 y otro Pokémon. Ése último se
llamaba "HURRY" (Date prisa).
Los Unown describían
entre todos (recordemos que hay 28 tipos de Unown, uno para cada
letra de abecedario) la palabra "LEAVE" (Vete de aquí).
"HURRY" resultaba ser un Cyndaquil de nivel 5. Con sólo 1
punto de vida restante y sólo conocía 2 ataques: Malicioso y
destello (que no hacen nada). También era muy raro que ninguno de
ésos Pokémon emitiese su grito característico.
En cuanto a
mi situación, parecía estar en Torre Bellsprout. Pero no había ni
personajes, ni elementos, ni escaleras. Sólo una columna. Estuve un
buen rato buscando una escalera, que resultaba estar tras la columna.
Al bajar por ella. La pantalla estaba negra. Estaba cargándose? No,
estaba en un sitio oscuro.
"Vale, HURRY tiene Destello.
Vamos a usarlo", pensé. Me arrepentiré de esa decisión toda
mi vida. A partir de ahora, y hasta el final, veréis por qué.
La
habitación estaba toda pintada de rojo sangre, y tenía un camino
pintado de gris. Empezó a sonar música de mi Pokégear. La música
de las Ruinas Alfa (donde están los Unown). Cada 20 pasos que daba
por el camino gris, la habitación se oscurecía más, y más, y más.
Hasta encontrarme con un cartel. Lo leí, ponía "TURN BACK NOW"
(Da la vuelta ya). Apareció de repente un mensaje dándome a elegir
SI o NO, sin pregunta previa.
Elegí SI, y sonó un ruido como
de descenso de planta. Aparecí en otra planta oscura. Me armé de
valor y mandé a HURRY hacer Destello. Pero de repente aparece un
mensaje: "HURRY está debilitado!"
Si no estaba
envenenado ni nada. Fui a revisar mi Pokémon. Los Unown habían
cambiado. Ahora eran seis (HURRY ya no estaba), todos eran de nivel
10, y sus formas describían la frase "HEDIED" (Ha
muerto).
Para más acojone, la sala se iluminó, revelándose
que no era más grande que 4 cuadrados, con una salida. Al salir me
encontré con una hilera de tumbas, como las del Pokémon Rojo/Azul.
No podía hacer nada por allí.
Llegué a la conclusión
que algún tarado debió modificar el juego para hacerlo así y luego
lo vendió al Gamestop haciéndolo pasar por una copia de Pokémon
Plata.
Revisé de nuevo mi entrenador. Para no creerlo; A MI
ENTRENADOR LE FALTABAN LOS BRAZOS Y, SEGÚN SU HISTORIAL, TENÍA 24
MEDALLAS. ¿Cómo coño podía tener 24 medallas si hay 16 gimnasios?
Definitivamente, el creador de ese hack estaba enfermo.
Seguí
paseando sin rumbo, por la habitación, hasta que a mi personaje le
da por hacer la animación típica de cuando usas la Cuerda huida. Ya
sabéis, cuando empieza a rotar sobre sí mismo y se eleva. Sólo que
ahora descendía, hundiéndose en la tierra.
Al reaparecer, su
sprite estaba blanco. En el juego, el protagonista está coloreado de
rojo. Pero ahora parecía que lo hubiesen decolorado con lejía. Miré
de nuevo su estado para ver si también era blanco. Vaya susto me
llevé. Mi entrenador no sólo estaba blanco como la nieve, sino que
había perdido las piernas. Encima, parecía que de sus ojos llorase
sangre. Además ahora tenía 32 medallas. Alguna relación debía
haber entre el aumento de medallas y la paulatina desaparición de mi
personaje.
Cuando volví a revisar mis Pokémon, cómo no,
habían cambiado otra vez.
Ahora tenía 5 Unowns, que juntos
leían la palabra "DYING" (Muriendo). Y además ahora tenía
un Celebi al nivel 100. Pensando que por fin me tocaba un Pokémon
pepino, miré sus características. Para mi sorpresa, a mi Celebi le
faltaba una pierna, un brazo y un ojo. Y sólo tenía un ataque:
Canto mortal.
Volví al juego. Caminé al norte un buen rato.
Cuando pensé que estaría incompleto, aparecieron varios personajes
masculinos y femeninos alineados. No hacían ni respondían nada.
Seguí subiendo hasta encontrarme con un sprite del entrenador Red
(supuestamente tu antiguo jugador de Pokémon Rojo, al que has de
batir en el juego de Plata).
Al verme, iniciamos una batalla.
El silencio se hizo música, pero la música de las Ruinas Alfa otra
vez. Y ahora sonaba como invertida. La imagen de Red en batalla es la
propia de Pokémon Rojo en el menú de ese juego, pero ahora era
transparente.
Y ponía "quiere luchar!" sin nombre
ni nada. Y tanto él como yo teníamos 1 Pokémon. Él vale, pero y
mis Unown?
Yo saqué mi Celebi nivel 100, pensando "Me lo
voy a follar vivo", cuando él saca un puto Pikachu de nivel 255
(el máximo se supone que es 100, pero bueno). Y en la imagen parecía
triste, como con lágrimas en los ojos.
Pues vamos a
luchar.
-Pikachu usó MALDICIÓN! (Me parece que Pikachu no
puede aprender Maldición pero bueno...)
-Celebi usó Canto
Mortal! (Qué remedio)
En tres turnos, los 2 Pokémon acabaron
debilitados. Pero la batalla continuaba, ahora sin poder controlar
nada. Los Pokémon revivieron y volvieron a luchar.
-Pikachu
usó Golpe! No fue muy efectivo.
-Celebi usó Canto mortal! No
pasó nada.
-Pikachu usó Frustración! que me dejó el Celebi a
10 puntos de vida.
-Celebi usó DIVIDE DOLOR! (Pero si no tenía
ese ataque! En fin, los dos se quedaron mas o menos a la
mitad).
-Pikachu usó Malicioso! No pasó nada.
Por usar
Canto mortal, como es normal, mi Celebi se desmayó. Pero en el texto
puso: "Celebi ha muerto!"
Pikachu usó antes de acabar,
otro ataque. Uno fuera del límite de 5 ataques por
Pokémon.
-Pikachu usó MISMO DESTINO!
"Pikachu ha
muerto!"
Según el juego, yo gané. Mi sprite reapareció
y dijo "......"
Aquí casi me meé encima. Mi
personaje fue repentinamente decapitado. La batalla
finalizó.
Volviendo al mundo, mi personaje se había vuelto
invisible.
Reaparecí en mi habitación. Había llegado a mi
casa. ¿Podría ya jugar el juego como es debido? Lo
dudo.
Circulando por ahí, vi que estaban todos los objetos,
pero no podía usarlos. Con un poco de miedo, bajé las escaleras. En
el primer piso, todo parecía normal, excepto que mi madre no estaba
allí. Al salir por mi puerta, aparecí no en mi pueblo, sino en un
vacío negro. Justo en frente mío estaba el sprite de mi entrenador
COMPLETO. Al acercarme a él y hablarle, me dijo:
"Adiós
para siempre."
Hubo una larga pausa.
El sprite
desapareció.
Y yo volví a desvanecerme en el suelo,
rotando.
Aparecí en un puesto lleno de tumbas. No podía
moverme. Es más, no me veía. Revisé mi estado. No había ni un
cacho de mi entrenador. Me quedé a 0 medallas. Y las imágenes de
los entrenadores de la liga Johto que aparecen debajo habían sido
sustituidos por calaveras.
¿Y mis Pokémon?
Ahora
tenía 6 Unown de nivel 25. Ya imagináis el resto. Deletreaban
"IMDEAD" (Estoy muerto).
Luego me dí cuenta que la
habitación en la que "estaba" era una gran tumba. Seguida
de otras tumbas a los lados. Apareció un texto que decía
"R.I.P...."
Mi entrenador estaba muerto desde un
principio, supongo. Años después de derrotar a Red.
Al
parecer fue un entrenador que, sin importar sus esfuerzos por lograr
todas las medallas, por muy buen maestro que fuera, fue incapaz de
evitar la muerte. Ese estado que nos llega a todos un día u otro.
Y
es que, por mucho que lo rejugué, siempre acababa igual. No
importaba lo que hiciera. Acabé asqueado, tirando el juego a la
basura.
Al poco me llegó el Pokémon Alma de Plata. Vaya juegazo!
Lo disfruté plenamente.
Pero aún no me puedo quitar de la
cabeza ese maldito hack. No puedo dejar de pensar en lo que ese
deformado juego me enseñó.
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